miércoles, 3 de octubre de 2012

Una mujer

Hola Susana, me preguntabas por qué no había publicado este lunes ninguna entrada en el blog. Mujer, esta semana tenía que esperar un par de días más, para que coincidiera con el día de hoy, con nuestro Aniversario. Seguro que hay por ahí algún intruso que lee estas breves palabras que te dedico, buscando las otras cosas de las que hablamos habitualmente. Que sepa que hoy esta entrada es sólo para ti.
 
Y lo único que quiero hacer es darte las gracias. Gracias por haberte casado conmigo. La más bella entre las bellas me eligió a mi, un simple ser humano, o mejor dicho un ser humano muy simple, que tiene la suerte de poder contemplar más veces que nadie tu esplendorosa belleza. Gracias por ser una mujer discreta, que no busca destacar cuando entras, que quiere pasar desapercibida, aunque no puedes, entre el tumulto. Gracias por darnos tanto, por ser un volcán de generosidad cada día, de entrega, de sacrificios, de trabajo, que agota cada segundo del día en dar a los demás todo lo que puedes, y un poco más. Gracias por hacer todo lo que esté en tu mano por mi, eres capaz de hacer que el día no comience si aún no he despertado. Le pedirías al sol que reparara en mi ausencia y que me esperase. Gracias por querer a mis padres, por quererlos como padres, y a estas alturas de la vida, enseñarme a buscarlos como amigos, a encontrarlos, y en estos momentos que vivimos, construir con ellos momentos y recuerdos que no olvidaremos. Gracias por ayudarme, por impulsarme, por hacerme creer en mi más de lo que nunca pude creer, por exigirme, dibujar conmigo este camino profesional que estamos recorriendo juntos. Gracias por los hijos que me has dado, por la familia que hemos creado, que se cimenta y descansa en ti, por ser el motor de esta casa. Gracias por tu Fe, tan firme, tan cercana, por hablarle a la Madre como si fuera una madre, por recordarme por lo que existo, y que la Ayuda está cerca. Gracias por inventar cada día nuevas ideas, nuevos proyectos, por ser espontánea e impulsiva, porque cada día contigo es una aventura de la que siempre, siempre, sacamos algo nuevo y bueno. Y sobre todo, y por último aunque no en último lugar, gracias por tu humildad, de la que tanto aprendo, por ser tanto y dar tanto cada día, y sin embargo al final, en el epílogo de la jornada, en la intimidad de nuestra habitación, de nuestro refugio, examinarte, y apenarte, por no haberlo hecho mejor, por no haber sido más cariñosa, por no haber dado un poco más. Cómo voy a conformarme, cómo podría ser soberbio, cómo no voy a exigirme, cómo podría atreverme, si Dios te puso a mi lado para enseñarme el significado de la palabra Amor.
 
Nos queda mucho que aprender, mucho por hacer. La fuerza para ése camino eres tu. Así que ya sabes, cuidate mucho que te necesito. 
 
Qué te parece si compartimos con los intrusos la canción que Ismael nos compuso al conocer nuestra historia, y que durante sólo unos breves minutos nos acordemos de la suerte que tenemos por tener a nuestro lado, tan cerca, nuestros tesoros. Por muchas riquezas que busquemos fuera, todo es vano. En realidad, al final, todo acaba y todo empieza en ti.
 
Te quiero.
 
 
Y para los que no tengan Spotify (ya va siendo hora...) : http://youtu.be/z0NsYiOIJpM

1 comentario:

  1. Realmente hermoso el homenaje. Muchas Felicidades por un Aniversario de dos seres maravillosos que están reflejados en tus letras, Javier: por la esencia de tu nobilísimo fondo personal, describiendo a tu no menos excepcional compañera de vida.

    Os deseo lo mejor, junto a vuestros hijos.

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