martes, 14 de mayo de 2013

Un año de pequeñas cosas… renovarse o morir


El último 14 de Mayo antes de este publiqué mi primera entrada en este blo: "Movimiento 8M... prohibido gritar". Hoy, un año después, en casa se levanta la voz mucho menos, y de paso he parido 23 breves artículos escritos entre quehaceres personales y profesionales con menos tiempo de reflexión del deseado, pero al menos con el mayor de los ánimos de proponer y fomentar breves propuestas que ayudasen a mejorar. Vuestros comentarios me dicen que parte de la intención se ha conseguido, y eso anima a seguir. Pero llegados a este punto, me he planteado si seguir haciendo lo mismo tiene la intención de mantener solo una marca, o si ya ha llegado el momento de emprender algo nuevo.

Tengo un amigo en la distancia, amistad de muchos años, de estos a los que sabes que quieres bien, pero que casi no tienes muy claro por qué es amigo tuyo. Se ha pasado seis meses machacando en Facebook innumerables pensamientos y ocurrencias, algunas fantásticas y otras no tanto. Pasados esos seis meses, leí su última publicación: “No puedo más, se acabó. Hasta la próxima”. Y desde entonces no le leo nada, no ha escrito nada. Su vida evolucionó, y ahora ha dado un vuelco espectacular. Tal día como hoy lo tengo preparando las maletas para irse a vivir a Ecuador, como docente e investigador en una Universidad. Renovarse o morir.   

En parte me ha pasado algo parecido. No es que no tenga más cosas que decir, es que quiero decirlas de otra manera. Mi empresa, mi empleo, ha dado un salto cualitativo en estos últimos doce meses, he pasado a convertirme en un autónomo que dedicaba un 80% de su actividad a proyectos en Andalucía, a ser una pequeña multinacional, y he pasado del “he” al “hemos”. Tenemos más trabajo en Latinoamérica que en España, siempre volcados en Formación y Selección, y trabajamos en estrecha colaboración con entidades muy sólidas: Universidades públicas y privadas, grandes multinacionales, empresas del IBEX 35,... de las que se pueden aprender mucho, pero que nos necesitan porque quizás su gran estructura no les permite tanta flexibilidad como tenemos nosotros. Alianzas, sinergias,… Trabajo en equipo.

Tanto han evolucionado las cosas que la marea ha llegado hasta este modesto blog. Mi mentor, mi amigo, mi socio Antonio me ha propuesto unir nuestros blogs en uno sólo, y convertirlo en una herramienta de comunicación más, cómo diría, más moderna. Un poco más 2.0, un poco más visual, un poco más global. La innovación no supone grandes saltos, son pequeñas mejoras. La industria del automóvil no creó un modelo radicalmente diferente y mejor que los anteriores una mañana de loca inspiración. Primero se mejoró una pieza, luego otra, luego el diseño, después el consumo, … la innovación es pequeño paso, no un gran salto a no se sabe dónde. Nosotros vamos a dar  otro pequeño paso, y te invitamos a viajar con nosotros. Prepara las maletas y el pasaporte, porque este viaje te puede llevar a cualquier lugar del mundo. No emprenderemos el trayecto mañana mismo, estamos en fase de diseño, pero por el mes de Junio ya esperamos poder anunciarte algo. Bienvenidos a este espectáculo de luz y de sonido, permanezcan atentos a sus pantallas…

martes, 2 de abril de 2013

Qué trabajo te espera en el futuro


 57 días después vuelvo a escribiros… y espero que no pasen otros 57 días más para la siguiente entrada. Una cosa es no ser capaz de cumplir la intención de una entrada semanal, y otra bien distinta pasarse casi dos meses missing total. Prometo hacer todo lo posible para que no se vuelva a repetir.
Imagínate todas las excusas que estaba dispuesto a argumentar: trabajo, familia, tiempo, … de todo, pero para qué. Y mira que he pensado cosas sobre las que me hubiera gustado compartir mis pensamientos contigo. En fin, de todas ellas, y porque últimamente ando muy cerca, de nuevo, de universitarios, te relaciono algunas ideas que he convertido en una conferencia que daré en los próximos días en un proyecto muy interesante que estoy emprendiendo junto a mi amigo y maestro Antonio Vázquez.: “Qué trabajo te espera en el futuro”. Para ti, para tu hijo, para un sobrino, para alguien a quien pienses pueda interesar.

En el futuro inmediato, más de la mitad de los empleos que habrá en el mundo, y por tanto en tu país, será así:

Tu futuro profesional no se parecerá nada al de tus padres.  No va a haber un trabajo para ti en el que te vas a pasar 20 años .Va a haber empleos. Empleos creados por ti mismo.

El cuore de ese empleo serás tú. Te convertirás en el Director, el Comercial y el Jefe de Operaciones de tu empresa. Tendrás que ser endiabladamente bueno, proactivo e innovador si quieres vivir de ti y pasártelo bien.

La norma es esta: si no generas valor añadido, mejora para el cliente, buen precio y eficiencia en el servicio, no te comprará nadie.

Como eres tu empresa, tú gestionarás tu tiempo. Tú decides qué porcentaje del mismo será para tu familia, para tu vida social, para ti mismo y para el trabajo. Tú decides a qué te quieres dedicar, cuál es tu producto estrella, y a qué otras cosas dirás que sí para mantener tus gastos.

Te va a tocar ser emprendedor, sí o sí. Y te va a tocar saber vivir en la esencia del presente y del futuro: la incertidumbre. Vivimos y viviremos en los próximos años en terreno incierto. Es lo que hay.

Y si esto será así, ¿qué puedo hacer para que me compren? Fácil. Y difícil. Lo que de verdad marcará la diferencia respecto a los demás será:

 
-          Los conocimientos:

Tendrás que invertir en ello. Cada día. Tienes que ser muy bueno en lo que haces y, además, todo cambia a un ritmo vertiginoso. No basta con tener ganas. Te convertirías en un “inútil motivado”. Cosa más peligrosa no hay.

 -          Conocer tus talentos:

No es inteligencia, o no al menos como la entendemos. El talento es una manifestación de la inteligencia emocional y es una aptitud o destreza sobresalientes respecto de los demás para realizar una tarea determinada en forma exitosa. Es lo que se te da bien de verdad. No lo que hacen los demás. Es lo que sabes hacer tú. Conoce tus talentos y cultívalos.

 -          Las habilidades:

Por favor, a estas alturas, el que no sabe comunicar, negociar, liderar, tratar a los demás, gestionar su tiempo,… no tiene futuro. Está en franca desventaja con los demás.

-          Los valores:

No te cuento un cuento. Te hablo de crecer en el liderazgo interior. Tener valores que la sociedad necesita y busca desesperadamente en los profesionales de hoy. Definirlos y ser escaparate de ellos en tu vida cotidiana. Pero no me cuentes milongas. Si me cuentas que tienes una serie de valores, déjame ver tu agenda. Tu agenda definirá si son ciertos esos valores que marcan tu camino.

 
-          Las ganas de Aprender:

Los mejores científicos del mundo, los Premios Nobel, jamás entenderían el error como un fracaso. El error es una equivocación a partir de la cual aprender. Sólo sé que no sé nada. Por eso te necesito, para seguir avanzando. El trabajo del futuro es 3.0. Aprender de los buenos para ser mejor. Y para eso, reconocerme imperfecto, reconocer el error y saber escuchar.

Todo lo anterior construirá tu marca. No tu logotipo, sino tú. El mercado ofrecerá lo profesionales con marca personal y profesionales sin ella. Y las redes sociales te harán transparente. Por eso eres responsable de tu imagen pública y publicada, más allá de insignificantes porcentajes de envidias y mentiras. Como profesional con marca propia, tienes la obligación de brillar, inspirar y ofrecer mejor continua.

Para eso, cultiva lo anterior, y equilibra lo emocional con lo racional, ambas tienen su peso y su importancia. Si tienes déficit de alguna a trabajártelo.

Y a partir de aquí, sueña, diseña, y vuela.

 

martes, 12 de febrero de 2013

Retirarse a tiempo

"Nada ve el hombre con más frecuencia que la muerte" escribía el clásico, y nada olvida el hombre con más frecuencia que la muerte. Esto nos sucede a todos, pero sin duda que más a quienes tocan y viven en el poder.
Por eso la lección de Benedicto XVI es tan inconmensurable, y por eso me apetece hoy hablar de ella. Hace mucho tiempo que no he visto en un solo gesto callar tantas bocas y ser tan buen ejemplo para los demás.
Vivimos en una época compleja, en la que da miedo perder posición y poder. Por la inestabilidad del entorno, por miedo no volver a encontrar acomodo, por no querer perder capacidad de mandar y decidir, y porque el poder proporciona riquezas y bienes. Y esto es cuando hablamos de un poder local, reducido, inexistente para el común de los mortales. Sin embargo aquí hablamos de otra dimensión. Seguro que el Papa es una de las tres personas más famosas y omnipresentes del mundo (¿quizás junto a Obama y Bill Gates?). De hecho la noticia barrió cualquier actualidad en cualquier rincón del mundo. Todo quedó en un segundo plano y su figura apareció en todas las portadas de todos los medios de Oriente a Occidente. Hablamos por tanto de una persona muy poderosa.
También hablamos de una decisión no tomada por sus predecesores. Desde el año 1415 (Gregorio XII) no se había vivido una renuncia por otro Papa… casi 600 años!! No es por tanto una opción habitual, sino más bien todo lo contrario.
Hablamos también de una persona admirada y querida en su entorno. El arzobispo de Westminster y primado de la Iglesia Católica en Inglaterra y Gales, Vincent Nichols, dice que siempre ha admirado al Papa por su "gran coraje” y saber enfrentar cara a  cara los problemas. De su riqueza intelectual todos hablan; Rouco Varela hace años manifestó que seguramente no hay figura como él: “nos sentíamos seguros e iluminados por su riquísimo magisterio”. Esta admiración y respeto también venía de quienes están enfrente. El líder protestante ha declarado: "Es un gesto valiente. Podría haberse mantenido en el puesto, aunque no tomase muchas decisiones, pero ha preferido dejarlo, que es lo correcto". Sí sí, lo correcto, pero antes no lo había hecho nadie desde tiempo inmemoriales. Otro líder de la iglesia evangélica dice: "marca un hito positivo y favorable para la Iglesia Católica". El Gran Rabino de Israel, Yona Metzger, dijo que “durante su periodo hemos tenido las mejores relaciones históricas entre la Iglesia y el Rabinado, y esperamos que con su siembra esta tendencia perdure".
La actualidad está falta de ejemplos y modelos de conducta, y yo no podía dejar de destacar un acto que nos enseña a todos un camino. Hablamos en breves líneas de  una persona tremendamente famosa, con la oportunidad de ejercer un gran poder sobre los demás, es un personaje mundialmente reconocido, amado por sus seres cercanos, muy respetado por quienes piensan diferente, y que podía seguir una tendencia de perpetuarse en el poder como todos hicieron anteriormente. Una décima parte de todo esto hace que cualquier mortal ponga todo su esfuerzo y medios a su alcance para no perder su cuota de poder alcanzado, y este hace todo lo contrario… ¿por qué?
 
Pues en mi opinión, precisamente por el compromiso con la posición que ocupa, y por la humildad al no reconocerse ya capaz de responder a la exigencia de su puesto dando el 100%, que entiende que es el mínimo exigible.
Es un ejemplo brutal, un aprendizaje bestial de que hay que ser un poco más humilde y entender esta vida como un camino que se hace para hacer con y por los demás. No hay duda, retirarse a tiempo es un acto de respeto consigo mismo y de consideración con los demás. Retirarse de un puesto o de una posición de poder. traslademos el ejemplo a la incapacidad de delegar o de dar oportunidades a nuestro equipo de colaboradores, sólo por preservar el dominio. Lo contrario, esperar a que los demás se sientan saturados con tu presencia, que sientan que tu aporte dejó de ser valioso, que quieren ver nuevas caras, escuchar nuevas ideas, no sólo es imprudente sino que incluso te expone a perder el reconocimiento por las cosas buenas que hayas hecho. Me da igual que creas o que no creas, que seas crítico con la Iglesia o que te igual su sola presencia, pero siempre hablamos de modelos de conducta, de ejemplos a seguir. De los Viktor Frankl, Ben Carson, Einstein, Gates, Lao Tse, Madre Teresa, Narayanan Krishnan , Tony Meléndez, … qué tal añadir el nombre de Joseph Aloisius Ratzinger a la lista? Por si te animas, te adjunto este enlace para que conozcas un poco mejor a la persona, más allá de la opinión pública. O mejor dicho, la opinión publicada.
 

martes, 29 de enero de 2013

Para seguir acertando pese a todo

Os escribo desde la trinchera del despacho. Este 2013 ha traído consigo una gripe que puede con casi todos. Que viene y no se va. Que se cuela en forma de resfriado, de dolor de garganta que pasará rápido. Pero de eso nada, la muy canalla se queda unos cuantos días más debilitando el resto del cuerpo. Primero cayó Susanita, después Carlos, luego Antonio y por último Claudia, ¿Por último? Eso pensaba yo. Esta mañana ha caído Susana, la mamá. Así que solo queda el de Filipinas, el que os escribe, escondido detrás del ordenador y con más tareas caseras pendientes que nunca, ahora que está groggy la comandante de la tripulación.
 
Por eso, entre otras cosas, escribo este post con retraso. Y hace ya varios días que me rondaba la cabeza un tema del que quería hablaros, básicamente cada vez que me enciendo al poner el Telediario. Hoy utilizo mi blog para desahogarme. 
 
Ciñéndome a las noticias que salen en la tele en los últimos tres escasos días: estoy hasta las narices de ver que Bárcenas hace años que se lo lleva calentito, que los Pujol lo tienen maravillosamente montado, que en Unió no huele mucho mejor, que Mulas y Amy tienen un proyecto en común que va mucho más allá de su matrimonio roto entre sueldos y sobresueldos por doquier, que hoy han detenido al Teniente de Alcalde de Lloret de Mar por sus relaciones con la Mafia rusa, que a Urdangarín ya no lo quieren ni en la web de la casa Real, que indultan al amigo del amigo, y que yo no podía conseguir una cita con el ex Director de Empleo porque estaba con los polvitos mágicos (elija usted la métofa adaptada a los Daneses o a lo otro, hay para elegir). Hablo sólo de algunas cuestiones relativas a menos de 72 horas, si lo amplío al mes en curso no hay espacio en este blog. Parece mentira pero las cosas están así.
 
Y ante esto ¿qué? A mi se me ocurre que hay dos formas de pensar y de actuar: la primera es la cómoda, la del espectador romano que iba al circo. Entre un número y otro, sueltan a un cristiano para que luche contra un león. Cuando la bestia ataca, el hombre no sabe qué hacer, suelta el tridente y sale huyendo, provocando la algarabía del gentío. Todo el mundo lo ve, todo el mundo lo hace, todo el mundo se ríe. Por tanto, no debe de ser tan malo. No hay nada más peligroso que normalizar el pecado. Todos roban, todos mienten, todos engañan, todos defraudan. Porque entonces minimizamos el mal y nos cuesta muy poco acercarnos a él. Para que lo malo repugne y lo bueno atraiga, es necesario ver claramente lo que tiene de malo y lo que tiene de bueno cada cosa, y para eso hay que tener una vara de medir, una escala de valores.
 
Además, todos los hombres y mujeres de una época son parecidos: tienden a pensar, vestir y comportarse de un modo semejante. Y por tanto, se tiende a valorar las cosas de la misma manera. Con los mismos énfasis y con los mismos prejuicios. Lo que demuestra la enorme influencia que el ambiente ejerce sobre las personas.
 
La segunda vía es la del rebelde con causa, la del que pretende influir desde una moral sólida, basada en principios y con acciones concretas. Yo me alisto en esta, y te pido que no desfallezcas, que sigas luchando conmigo. Pare seguir en ella, para lo caer en el lado oscuro, se me ocurren algunas iniciativas, una especie de decálogo para sobrevivir a los zombies, a las que puedes proponer sumar otras:
 
1.- Tener y creer en una Moral concreta. Para mi la moral es el arte de usar bien la libertad.
2.- Tratar de vivir tus actos acorde con ella.
3.- Ser exigente con uno mismo cada día, reconociendo los errores y poniendo soluciones.
4.- No creer de primeras lo que te venden desde fuera desde la argumentación "todo el mundo, es la moda, si otros lo hacen, ..). intenta ir más allá del porque quieren que lo hagas o lo sigas.
5.- Buscar buenos ejemplos en modos y estilos de vida. Aviso: no salen en la tele.
6.- Hacer cada semana algo por alguien que no sea el amor de tu vida. Hay mil y una posibilidades en tu ciudad.  
7.- Proponerte ser influyente a través de tu trabajo y de tus actos sociales. Ser un ser vivo.
8.- Decir que algo está mal si sabes que está mal.
9.- No aceptar dinero fácil por trabajos de mentira, fraudulento. Sé que cuesta, pero mira el punto 4
10.- Gánate el respeto de los demás. ¿Cómo? Fácil. Piensa en una persona a la que respetes profundamente y que haya influido en tu vida, en un referente. piensa por qué le respetas tanto, y ponle nombre. Si eres capaz de imitar esa característica personal que tiene esa personas y por la cual le respetas tanto, ya tienes mucho ganado.  
 
En resumen, deja tu huella, merece la pena intentarlo. Por supuesto puedes aportar lo que te parezca, lo que creas que me he dejado y puede ser importante. Hay muchas cosas. Pero como dijo el otro Basta Ya. Fíjate, aunque a un coste muy alto para muchos, soy de los que piensan que al final la crisis va  a traer muchas cosas buenas, entre otras cosas va  a limpiar esto un poco, que buena falta le hacía.   
 
 
 
 
 

lunes, 14 de enero de 2013

La clave del éxito en 2013

No voy a ser infiel a mis criterios. Ya os dije que para mí el año comienza al inicio de cada curso, o sea al final del verano. En ese momento, tras el merecido descanso estival, vamos calentando motores y nos disponemos a conseguir los objetivos que en algún momento de reflexión durante todas esas horas "muertas" que podemos tener en agosto hemos diseñado y ordenado por orden prioridad.
Dicho esto, sí es cierto que en los albores del nuevo año, va siendo hora de ponerte a pensar si los proyectos planteados van tomando forma y el camino se va andando. Si vas siendo capaz de lograr el éxito en aquellas cosas en las que querías triunfar.
La semana pasada, en uno de los entrenamientos del equipo de minibasket (11 años) en el que soy flamante entrenador, nos paramos a charlar un rato para plantearnos los objetivos que nos planteábamos al inicio de la segunda vuelta del campeonato. En ese momento, en nuestra Liga  íbamos sextos de ocho equipos participantes. Uno de los primeros chicos que se animó a participar dijo: “Ganar todos los partidos que nos quedan”, otro señaló a continuación, “aunque no ganemos todos, yo quiero ser el máximo anotador del equipo”, otro planteó otro fin radicalmente distinto “¡seguir pasándonoslo bien!”, y a continuación Carlos dijo “quedar quintos al final de la Liga”.
Uno de los problemas que sufren la mayoría de las Organizaciones es lo que podríamos llamar “la falta de definición del éxito”. Se caracteriza por la obsesión de alcanzar el éxito… sin tener en cuenta que significa cosas diferentes para cada uno.
La sensación de haber alcanzado el éxito es un sentimiento interior que no siempre se produce al haber alcanzado los objetivos. Y si no lo tienes, es porque esos objetivos te los habían planteado otros, o no creías en ellos, o no supiste compaginarlos con los tuyos. Hay empresas que simplemente miden el éxito en relación a cuánto más dinero ha ganado el Presidente. Cuanto más beneficio, más éxito ha tenido. Por esta regla de tres, el éxito para cualquier empresa es venderla por la mayor cantidad de dinero posible.
Antes de plantearnos qué objetivos queremos conseguir, deberíamos pararnos y reflexionar sobre qué es realmente el éxito para nosotros, algo que irá muy unido a nuestros valores, principios y necesidades…. ya que existen muchas definiciones de éxito. No te plantees metas por imitación o por moda social. Por poner unos ejemplos, estas son las razones que me contaron en una ocasión que podían mover a un emprendedor a plantear crear su propia empresa:   
1. Montar un negocio que le deje tiempo libre y calidad de vida.
2. Montar un negocio que mejore la sociedad
3. Montar una empresa rentable con fondos propios y crecer de forma lenta pero segura.
4. Conseguir una inversión externa para crecer.
5. Crear una empresa para venderla.
Ojo, todas son respetabilísimas razones para crear una empresa, independientemente de que te sientas más o menos identificado con alguna de ellas.
Lo mismo pasa con tu carrera y tu futuro profesional. Antes de plantearte cosas como “hay que irse fuera de España porque todo el mundo se va”, o “Voy a especializarme en este campo porque hay muy poco paro y tengo el trabajo casi asegurado", pregúntate ¿Qué es para ti el éxito?, ya que la definición debe condicionar completamente tu estrategia.
Por si te sirve de algo, los tres criterios que a mí me han ayudado siempre a diseñar mis metas desde el ámbito profesional son estos:
1.- Trabajar en un proyecto que me guste, despierte mi curiosidad por mejorar y me divierta,
2.- Desarrollar un proyecto profesional que me permita ganar una cantidad de dinero proporcionada para mantener mi posición familiar y social, de forma modesta pero suficiente,
3.- Tener un trabajo a través del cual pueda aportar algo de influencia para intentar transformar un poco este mundo y hacerlo mejor.
Los que ya me conocéis sabéis que he tomado algunas decisiones en mi vida profesional que algunos no entenderían a partir de otras prioridades, lo que pasa es que haciendo lo que hago me lo paso genial, tengo la motivadora permanente sensación de que me queda muchísimo por aprender, y gente interesantísima aún por conocer, así que cualquiera me hace cambiar de opinión.
Si te sirve, ahí lo llevas. Eso sí, se tú el que te marques tus objetivos, bien aconsejado por quien te puede aconsejar bien, y con algo más de cinco minutos de reflexión interior. Pero que no sean otros los que te impongan la hoja de ruta de tu vida, porque te estarán planteando las cosas desde su perspectiva, no desde la tuya.
Buen viaje.
PD: Por cierto, el objetivo que nos marcamos en el equipo fue quedar cuartos y que todos jugaran una media de minutos equilibrada. Y este sábado pasado ¡ganamos 40-16 a los segundos de la clasificación! Creo que vamos por buen camino…

lunes, 24 de diciembre de 2012

Nada está escrito -Relato de Navidad-

Cada Navidad aspiro a escribiros un breve relato para felicitaros a todos estas Fiestas, y agradeceros que estéis ahí, no ya cerca, sino dentro de mi, leyendo mis pensamientos.
 
"Más o menos a partir del 20 de noviembre, el aspirante a escritor comenzaba su relato de Navidad. Y aproximadamente en los albores de la Nochebuena conseguía finalizarlo. Dudaba mucho, y por eso tardaba tanto en redactarlo. Escribía y borraba, reescribía y volvía a borrar. Y así, inventando y reinventando, apuraba hasta la Fecha en que lo presentaba en sociedad, a través de su blog, a los pocos lectores que le seguían con atención y cariño. Lo curioso es que sus relatos tenían siempre el mismo hilo conductor: el escritor se convertía en protagonista, y protagonizaba el cuento comenzando siempre de la mima forma. Amanecía cada mañana al conectarse la radio-alarma de su habitación con la relamida voz del locutor de siempre, que le daba los buenos días con las malas noticias de cada mañana, y con las maravillosas ofertas de la Semana Fantástica de El Corte Inglés. Siempre era 24 de Diciembre. Y siempre salía a la calle a pasear, y por casualidad conocía en un café a una chica solitaria que le invitaba a sentarse con ella y charlar de libros o de cine, de penas vividas, y futuro incierto. Poco a poco, el amor surgía, y a partir de ahí inventaba un nudo y final diferente, casi nunca feliz, porque decía que no le salía, en el futuro de la pareja.     
 
El experimento de nuestro inventor no consistía sólo en escribir. Lo curioso era que intentaba después vivir la historia creada. Cada día mañana del día de Nochebuena, tras publicar su relato, salía de casa después de desayunar escuchando al periodista radiofónico de siempre. E imitando a su personaje, salía a deambular por la calle buscando en algún café alguna hermosa y misteriosa desconocida.
 
Suele ocurrir que la realidad es bien distinta, y en dos ocasiones los municipales lo detuvieron por acoso, cuando él sólo insistía en compartir sus gustos con aquellas jóvenes sobre el autor que estaban leyendo. Una vez Eduardo Mendicutti, la otra vez Blasco Ibáñez. En otra ocasión el marido de la mujer que estaba sentada sola apareció de improviso, regresando de pagar la cuenta, y nuestro amigo tuvo que salir pitando ante las terribles amenazas que vociferó aquel energúmeno. La vida no es sueño, y él seguía sólo, observando con envidia a las parejas que junto a él pasaban con las manos entrelazadas, y compartiendo en susurros viajes futuros por vivir.
 
Por eso, tras varios inviernos de desengaños, y siempre triste y sólo, escuchó el consejo de un buen amigo que le habló mientras dormía, y decidió cambiar de estrategía. El 20 de Noviembre por la mañana se despertó en compañía de la voz de siempre, desayunó con apetito y salió a la calle. Fue a la papelería de su barrio y compró un papel de con más grosor, de 120 gramos y buen gramaje, con tacto rugoso. Era un poco más caro que el de costumbre, pero la historia merecía la pena. Regresó a casa, cerró la puerta del despacho aunque vivía solo, se sentó en su escritorio, ... y guardó el papel en blanco en la carpeta donde encerraba todos los relatos anteriores, sus vidas pensadas, anheladas pero no vividas. 
 
Unos meses después, en la mañana del día de Nochebuena, se despertó en compañía de la voz de siempre, desayunó con apetito y salió a la calle. Era una mañana fría y soleada. Paseando sin rumbo, encontró un café que no había visto nunca antes, y eso que estaba cerca de casa, pero pensó que no le apetecía tomar nada, así que siguió deambulando. Al rato, quiso descansar y se sentó en el banco de un parque, frente a un Portal de Belén que habían montado los de la parroquia, abrió el libro que llevaba, y se puso a leer. No se dio cuenta que junto a él estaba sentada una chica rubia, de intensos ojos verdes, que casualmente estaba leyendo el mismo libro que él. El Hombre en Busca de Sentido, de Viktor Frankl. Ella giró la cabeza, y al darse cuenta de la coincidiencia le sonrió. "Me lo han recomendado en un curso que di hace unos días, y lo estaba empezando ahora". Él solo sonrió, y le tendió la mano mientras se presentaba".
 
Feliz Navidad

viernes, 7 de diciembre de 2012

Vienen a toda mecha

Esta pasada semana me invitaron desde una Asociación Universitaria (Amicu) dar una charla a universitarios de últimos cursos de carrera sobre las oportunidades de empleo y desarrollo profesional que pueden encontrar en el mundo de los Recursos Humanos. Estuvimos dos tardes compartiendo ilusiones, conocimiento, experiencias e inquietudes, y también algunos miedos y sinsabores. A los jóvenes (permitidme la licencia de que hoy yo me considere en la franja "madurez") de hoy día les han dicho tantas veces que el mañana es más incierto que el futuro de Mourinho en el Madrid, que tienen que aprender a tragar ese pesimismo con sus lógicas y naturales ganas de comerse el mundo y soñar con sueños por cumplir. 
 
La rebeldía de estos chicos, al contrario que pasaba en mi época, es contra ellos mismos. Los primeros enemigos los tienen en casa: en la Facultad, en el pupitre de al lado, en la Delegación de alumnos, en el Sindicato de estudiantes, en el Rectorado, en el Decanato, ... en esos órganos polítizados de poder que están inmersos en conflictos de intereses que no piensan en su interés. Que el futuro es incierto, lo sé. Pero es que el futuro siempre lo ha sido, va con su propia definición. Tienen que luchar a lo largo de los cursos con mensajes del tipo: "Esto no te va a servir porque no hay trabajo para ti" o "Por más que estudies Económicas con suerte trabajarás de dependienta". Como anécdota, contaros que en la difusión del evento, que compartí en Facebook, una chica universitaria que no vino a la charla respondía con un breve mensaje a la convocatoría del evento. Amicu escribió: "te envitamos a una charla que puede ayudarte en tu futuro profesional". Ella contestó: "¿Futuro qué?.
 
No es esto, no es esto, que dijo Ortega y Gasset. No podemos estar minando la moral de quienes van a empezar la etapa más ilusionante de su carrera profesional. Dejadles que lo vivan, que se equivoquen, que luchen, que se lleven felicitaciones y pequeñas satisfacciones, que abran sus horizontes, que aprendan de los demás, ... que se hagan hombres y mujeres también en el trabajo. El lugar donde más tiempo van a pasar el resto de su vida, más o menos hasta los 67 años, es en el trabajo. Vamos a dejar que se crean útiles, porque no sólo lo son, además son imprescindibles, necesarios, para esta sociedad que en tantas cosas hemos construido los mayores de manera imprefecta. Nosotros, los que nacimos en la Democracia y por ejemplo confundimos el espíritu de servicio del Estamento Público con la despensa donde coger lo que nos antojase, y un poco más.
 
¿Sabéis cómo vienen? al menos los que conocí más sólidos que nosotros a su edad. Lo que no te mata te hace más fuerte. Qierían venir a la charla para saber más porque no están dispuestos a que nadie les amargue la fiesta. Quieren aprender, reflexionan muy bien, no se esconden detrás de ninguna masa y preguntan sin rubores ni vergüenzas. Quieren que les recomiendes lecturas que refuercen su formación humana. Y en algunas cosas son mucho mejores que nosotros, por ejemplo en no tener miedos a cruzar fronteras geográficas para alcanzar sus metas, y en sus capacidades tecnológicas.
 
Tienen mucho que mejorar. Siguen flojeando por ejemplo en el idioma, eterna asignatura pendiente de la mayoría y probablemente otra rémora heredada de nuestros mentirosos Planes de Educación. Pero aún así lo quiere paliar con meses de verano trabajando fuera de España o colaborando con ONGs allí donde puedan ayudar.
 
Estos son los jóvenes con los que pasé dos días y de los que aprendí muchísimo más que ellos de mi. A ver si les copiamos algo. No hace mucho leí un breve tweet de mi amigo Carlos: "Cada mañana, no seas el primero en dar la mala noticia que publican los medios".  Los que antes decidieron que éramos ricos y ahora han decidido que somos pobres no pueden fastidiarnos esto. Y la solución empieza por mi y por ti. En facilitar y no en dificultar, en mejorar lo que van a recibir y no en empeorarlo aún más, en pensar un poco más en los demás y un poco menos en nosotros. A ver si aprendemos de los jóvenes, tienen mucho que enseñarnos.